Contradiciendo el adagio popular: "Las segundas partes nunca son buenas", les presentamos la continuación de la saga de Gravesen; La Gravesinha: El amague/remate en el que rótula, menisco y ligamento cruzado están al servicio del espectáculo.
La mejor de las jugadas (es en serio) que un indivíduo como éste puede hacer.
Puta, mi sueño de ahora en adelante será verle hacer esa misma jugada a Harold Romaña (?)
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