Calentando el ambiente...

Previo al SuperClásico Colombiano (faltan escasos 10 minutos para el pitazo inicial) entre América y Nacional (el único de la jornada, porque Millos-Santa Fe fue un infumable 1-1) vale aclarar algo: En un post en Bizarro a Full! (para los entendidos, el blog que precedió al actual BizCo) dije con encono que el clásico colombiano por excelencia era Nacional-Millonarios. Recientemente en la cajita de Deportes Tículo, hablando con algunos bloggers (y otros gandules que no saludo por falta de tiempo (?)) se llegó a una sabia conclusión: Lo que hace que Nacional-Millos sea un clásico es el hecho de que los dos equipos se odian encarnizadamente, pero al partido solo le ponen atención -precisamente- Nacional y Millonarios. De hecho partidos definitorios, en los que más de un equipo haya tenido que parir por el resultado han sido pocos por no decir ninguno. El apretadísimo 0-0 de este torneo, el indigerible 1-1 del torneo pasado. El año pasado fueron 2-3 en el Atanasio y 0-0 en el Campín por la Sudaca, 3-0 en el Atanasio y 0-1 en el Campín por FPC.

Por el contrario, la pequeña gran diferencia es que Nacional-América se traen la mala (pero, obviamente, no como entre panaderos y gallinas) y, como para ajustar, son partidos definitivos, reñidos, peleados, intensos, o desvían la atención de hinchas de otros equipos. Basta recordar la cifra de 15 finales jugadas entre Verdolagas y Escarlatas en las últimas tres décadas, el partido del torneo pasado que comenzó 1-0, luego 1-2, y acabó 3-2, el Nacional 2-0 América con lleno total en el Atanasio el año pasado (que fue sin lugar a dudas el mejor partido del 2007, reñido por donde se mire, y significó más del 50% de la clasificación del Verde a la final), el lleno en el Pascual donde América ganó 2-1, el 6-0 del 2006 con 5 tantos de Galván, el 4-0 del primer torneo en un partidazo y con el famoso gol del recogebolas. En fin, por donde se le mire, más imponente el espectáculo que dan rojos y verdes que azules y verdes.

Ahora sí, vamos al morbo. Con la ayuda del tan querido FiDoX (blogger de por acá) decidimos armar previo al clásico el Nightmare Team de Nacional y América. La labor hecha entre FiDoX y yo llevó por momentos a la desesperación, los madrazos, el llanto inconsolable y los escalofríos por recordar algunos nombres que ya parecían borrados de la memoria colectiva:

En el equipo escarlata, estos son los 11 peores jugadores de las últimas temporadas. Destaca, obvio, Diego Gómez, un arquero enano, gordo -no por nada le decían "El barril" Gómez (?)-, malaleche (recuerden lo que pasó con un DT del Pasto en 2006 porque no lo ponía titular) y como para colmo, era la hipérbole de la estupidez sobre el gramado. Los bloopers eran su punto fuerte (y no el salir a cortar centros como me decían varios (?)), destacan -al menos- 3 goles donde tuvo responsabilidad plena. Uno en la final de 1999 defendiendo el arco rojo ante Nacional, un remate con mucho ángulo que se le pasó cual mantequilla derretida entre las manos, otro en un juvenil ante Canadá y el más reciente en un Once Caldas-América inpajaritable que solo se animó cuando un rebote se le pasó infantilmente permitiendo el gol de la victoria del Albo. Figuran también Mina Polo (un capo de las mudanzas), Yovanni Arrechea, el Pelusa Pérez y el baldosero a muerte de Nóndier Romero. Me indigné que no estuvieran Fabián Estay (mediocampista chileno que fue al Rojo como con 60 años y no hizo ni estorbo), Foad Mazziri (volante de contención que no le quitaba un balón a un mocho de manos y pies (?)) o Mario Costas (delantero que robó con singular descaro en la institución caleña)... pero apenas eran 11 y abunda el paquetón en el rojo.

En el banco dando ordenes y sonsacando cheques (?) se encuentra como DT el bisoño de Roberto Cabañas (que estuvo a casi nada de mandar al Escarlata al descenso), y como Asistente Técnico está Bernardo Redín (prohombre que como director técnico es muy buen taxista (?)). Gracias a FiDoX por este onceno monstruoso.


Nacional no es equipo milagroso y allí han habido fracasos sonados también. El bolivano-argentino Leo Fernández (que robó en el 2005-I) alcanzó a atajar como mucho dos partidos, con un nivel inferior a pésimo. "Jeringa" Guzmán (el Aristi del autogol (?)), Elkin Calle (carrilero que sobreaguaba) y Estíven Vélez (jugador que alcanzó a barriletear en el bicampeonato pero luego se echó a la hinchada encima por tronco).

En tiempos anteriores donde Giovanni Moreno era un suplente más en algún equipo de pueblo en la B, nuestra fe se depositaba en el pesetero malaleche e hijo de puta por excelencia de Néider Morantes. El vendepatria de JC Ramírez no podía faltar (aún lo puteo por el penal que erró en el 2004 ante Junior), Cristian Marrugo (que alcanzó a meter goles y figurar pero comenzó su carrera baldosera cuando se fue por unos centavos más al Santa Fe, de donde fue podado y reciclado por el Tolima), Elkin Murillo jugó 2 partidos buenos, pero los otros 998 cotejos los jugó para el orto (?).

De mediapunta la elección fue más que obvia. Francisco Arrué llegó con increíbles pergaminos a la institución verde, donde fracasó estruendosamente y llegó a ser un Paquete Chileno en toda la extensión de la palabra. En la delantera está Carmalo Valencia, jugador que no le mete un gol ni a su abuelita (que le sale a achicar tipo Agustín Julio (?)) y le llegamos a tener fe en el año del bicampeonato. Tiene una puntería afinadísima para matar sin misericordia hinchas en la tribuna de un balonazo (?).

Su pareja en punta es el inacabable, incansable, inalcanzable y demás adjetivos que empiezen por "in" y terminen en "able" (?) Néstor Palmira Salazar. Durante años enteros tuvo un asiento reservado en el banco de suplentes local, cuando lo empezaron a poner de titular (promediando el primer torneo del 2004) le cogió bronca a JJ Peláez, se agarró con él y terminó yéndose a robar (sí, robar, porque tampoco atinaba a pegarle al balón entre los palos) en infinidad de equipos hasta encontrarse hoy en el geriátrico del Boyacá Chicó. El DT del Nightmare Team Verdolaga sin lugar a dudas sería Gabriel Jaime Burrab-ass Gómez, por lejos el más inepto y tarado timonel que haya cogido las riendas del Verde de la Montaña. En la asistencia técnica estaría Carlos Navarrete (DT que en dos pasos por la escuadra verde ha servido como apagaincendios, o, por el contrario, dejó a Nacional sumido en una catastrófica crisis de la cual dificilmente pudo salir. Gracias a Sebas Quagmire por la alineación (?).

Al final de la fecha, la crónica. Ah, y por cierto, con toda la imparcialidad del caso: Vamos Verde hijueputaaa!!! (?)

3 Putiadas, Madrazos o Comentarios:

  Camilo José Castro

27 de octubre de 2008, 0:03

Muy Buen Post, chevere poder aportar(?) de alguna manera en este buen espacio... aunque con respecto a la nómina del NMT del Nacional, yo creo que en la portería ese puesto nadie se lo quitaría a Hugo Tuberquia, o si no mirá datos de por acá http://www.bestiariodelbalon.com/index.php?itemid=260, porque hasta donde yo recuerdo no he visto peor arquero que ese en un equipo grande, haciendo la excepción de un tal arquero vidal en américa, que alguna vez ganó el premio que "Fuera de Lugar" en sus inicios le daba al peor arquero de la fecha...
Muy buen trabajo sebas

  Anónimo

27 de octubre de 2008, 2:04

Para mí, el clásico colombiano (de los últimos veinticinco años) es Nacional-América, seguido muy de cerca por Nacional-Millonarios. Hasta finalizando la década de los sesentas el clásico colombiano fue Millonarios-Santa Fe, después, pasó a ser Millonarios-Cali y, luego, por unos años, sería América-Millonarios.

El "clásico paisa" (Nacional-Medellín) ha cogido importancia en los últimos años por las buenas campañas de los dos equipos antioqueños, contrario a lo que pasa con el clásico de la capital, que se ha desvalorizado muchísimo por las malas temporadas de "embajadores" y "cardenales".

El clásico vallecaucano quizás sea en este momento el "derby" regional más importante del país, lo que pasa es que los medios de comunicación (Bogotá) colocan el clásico capitalino como un acontecimiento importante, pero lo cierto es que no capta el interés de muchas personas.

Realmente, Nacional, con el paso de los años, se ha convertido en "el clásico de todo el mundo": de América, de Millonarios, de Junior, de Once Caldas, de Cali y, por supuesto, de d.i.m.

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Es doloroso estar en el estadio y ver cómo perdimos el clásico, jugando tan mal, sin crear siquiera peligro en el área americana y encajando una goleada, justo cuando el 0-3 favorable contra Quindío había pagado la deuda de la diferencia de gol negativa...

La clasificación se encuentra en nuestras manos, pero recuerden que estamos ante un equipo que se ha mostrado tan irregular en este año que cualquier cosa puede pasar. Nuestro "consuelo" es como que todos andan en las mismas...

  Sebas

27 de octubre de 2008, 16:56

Nah, fuimos muy de buenas en que no nos empacaran 5, 10, 20 goles, el partido se prestaba para eso. América es un equipo megaofensivo, que de mitad hacia delante es infalible (a menos que Ramos esté de titular (?)), y Nacional se paró con línea de 3 atrás, cosa que es igual de inteligente que ir a un Millos-Santa Fe con camisa de Nacional o tan peligroso como un guerrillero al lado del Oleoducto Caño Limon-Coveñas (?); sin nombrar la crónica falta de güevas del equipo, que ayer salieron al Pascual a ver niña linda y a jugar cricket.

No importa un culo con qué sistema jueguen (de hecho, de acuerdo al rivar varía el sistema, contra Quindío el 3-4-1-2 funcionó perfecto, mientras que en Cali hubiera servido más reforzar a la defensa con doble línea de 4 o un 5-3-2, no sé. El caso es que, independiente del sistema de juego, si los jugadores no le meten güevas al partido y no saben qué camisa están representando, estamos lejos de hacer algo.

Ya veremos, quedan partidos con Pasto acá, Chicó allá y Huila acá. Son ganables, toca ganar mínimo 2 para hacer 27 y esperar resultados, o ir a la fija ganándolos todos y pasando con 30... ya veremos...